No todos nos concentramos en los mismos espacios y situaciones, y no pasa nada. Hay quienes son más productivos en casa que en la oficina, para ellos el teletrabajo ha sido una bendición. Pero también hay personas que no alcanzan el 100% de su potencial cuando no separan físicamente el espacio profesional del hogar. Eso no convierte a un grupo en más inteligente -o más capaz- que el otro, sencillamente les son favorables condiciones diferentes.
Conocer a cuál de los dos grupos pertenezco es importante para dejar de ponerme obstáculos a mí mismo y para ELEGIR situarme en un lugar donde sople viento de cola -y no de cara- PARA MÍ.
Personas que son más productivas trabajando desde casa.
Estas personas a menudo sufren constantes interrupciones o distracciones cuando acuden de forma presencial a la oficina. Quedarse en casa supone que sus compañeros de trabajo no pueden interrumpirles de forma inmediata cada vez que les asalta una duda, sino que han de enviarles un correo o un mensaje y esto propicia que ordenen sus ideas o acumulen sus dudas para transmitirlas en un único correo, que además se puede contestar más tarde.
En otros casos, no es necesario que haya interrupciones expresas, sino que la simple presencia de otras personas a su alrededor les provoca distracciones involuntarias que merman su productividad. Estar rodeado de otros trabajadores no afecta a todos por igual.
Personas que son más productivas en la oficina.
Son personas que sacan un gran beneficio de las rutinas porque les ayudan a entrar en “modo trabajo” a plena capacidad. De igual forma que Rafa Nadal necesita un ritual antes de iniciar un saque, estas personas también necesitan un ritual para cambiar a modo trabajo <<switch to work mode>>, y levantarse por la mañana, ducharse y salir de casa es su ritual.
Para estas personas tener un horario y un espacio de trabajo separado del hogar es fundamental. El cambio de escenario les ayuda a cambiar también el chip y a separar dos ámbitos de su vida de forma eficaz. Desde el momento en el que pisan la oficina, pierden la noción de dónde está el móvil personal y con él todas las distracciones personales. Dejan de pensar en la lavadora, la comida o la serie de netflix; están en el trabajo y su mente lo sabe.
Además, lejos de sentirse molestos por la presencia de compañeros, a menudo esto es algo que agradecen, pues verse rodeado de otras personas trabajando ayuda a fortalecer ese work mode y por lo tanto su productividad.
Sin duda para estas personas el teletrabajo no dejó de ser excitante en primera instancia, ¡la novedad de que nadie pueda ver si estoy en pijama! Pero pasada la emoción de lo nuevo, queda una pequeña frustración, la de sentir que uno no está aprobando el día con nota. Aprobar con nota quiere decir acostarse esa noche feliz por lo que uno ha conseguido, puede ser un pequeño objetivo o simplemente la satisfacción de saber que uno está dando lo mejor de sí mismo. Aprobar con nota es importante para nuestra autoestima y para no desarrollar el sentimiento de que estamos estancados.
¿Qué pasa cuando nos forzamos (o nos fuerzan) a trabajar en unas condiciones desfavorables u opuestas a nuestra forma de ser?
Aparentemente nada.
En el lapso de un día, un mes -incluso más- aparentemente no pasa nada. No se nota. Pero el efecto acumulativo de los días en los que damos solo el 65% cuando podríamos estar dando nuestro 100% es catastrófico. Piensa en qué podrías haber conseguido con ese 35% extra diario. ¿Cómo sería tu vida diferente si lo hubieses hecho?
La vida avanza y tú quieres avanzar con ella con todo tu potencial. Si existe un entorno y unas condiciones que te resultan más favorables, que te condicionan a concentrarte mejor, a rendir más, a tener mejores ideas y a mantenerte fresco, aférrate a ese entorno y a ese 35% extra diario.
Trabajo para una empresa, la decisión no depende de mí.
¿Seguro? ¿Quién más puede beneficiarse de que tú mejores tu productividad?
Si eres de las personas que se concentran mejor desde casa, convence a tu jefe para que te deje, al menos dos días de la semana, trabajar desde tu entorno favorable. Si por el contrario, eres de los que rinde mucho más en una oficina, pídele a tu jefe que te dé la opción de hacerlo, como una inversión para su empresa. Un trabajador que trabaja en un lugar donde se siente bien, rinde más y mejor.
La grandes corporaciones como Google o Apple conocen bien el impacto de un entorno estimulante en el rendimiento de su plantilla, por eso invierten millones en este concepto.
La alternativa al teletrabajo
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Trabaja desde un lugar donde te sientas BIEN.
